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La Magia como ciencia de la imaginación en el trabajo de Ioan P. Culianu (1950–1991)

Ninguna autoridad debe intervenir jamás la libertad de pensarlo todo hasta las últimas consecuencias.
Los peligros de la libertad no se reducen suprimiéndola.
Ioan P. Culianu, El árbol de la gnosis.

1. INTRODUCCIÓN.

Ioan Petru CulianuUno de los propósitos de este artículo es dilucidar el trabajo de Ioan P. Culianu, especialmente su investigación sobre la magia, un tema al que dedicó gran parte de su vida.

Culianu fue un erudito controvertido y algo provocativo, cuyo libro Eros y magia en el Renacimiento es probablemente uno de los estudios más importantes sobre magia del siglo XX. Quizás algunos recuerden su nombre a raíz de su brutal asesinato el 21 de mayo de 1991 perpetrado por un misterioso asesino en el departamento de la Escuela de Divinidad de la Universidad de Chicago, en la que impartía clases cuando tenía tan solo 41 años.

Años antes del fatal suceso, en 1986, fue a Chicago, específicamente al departamento de su compatriota y mentor Mircea Eliade, quien había impulsado la historia de las religiones en los Estados Unidos gracias, entre otros, a la revista Historia de las religiones, que fundó en 1961.

2. ANÁLISIS DE LOS ESTUDIOS SOBRE MAGIA

En sus últimos años en los Estados Unidos, Culianu trabajó en un impresionante número de proyectos editoriales y en el momento de su muerte dejó varios borradores tanto en el campo científico como literario. El proyecto de libro más grande en tramitación fue una enciclopedia multivolumen de magia propuesta para Oxford University Press, que tomó como referencia la obra Historia de la magia y la ciencia experimental de ocho volúmenes de Lynn Thorndike que, según el erudito, padecía de una comprensión superficial y de “desprecio” por la magia. En la nueva Enciclopedia de Magia, pretendía “realizar una crónica de las artes y prácticas metafísicas de todo el mundo que buscaban reunir lo consciente y lo inconsciente” (Anton 1996: 2016).

El análisis del fenómeno desde un punto de vista cognitivo fue un rasgo peculiar en el trabajo de Culianu que se fortaleció en sus últimos años de vida, como muestra la revista transdiciplinaria que fundó en 1989 con el nombre de Incognita. Revista Internacional de Estudios Cognitivos en Humanidades (Incognita: International Journal for Cognitive Studies in the Humanities) que nació con el objetivo de incorporar los beneficios de la revolución cognitiva al estudio de las humanidades. En el prólogo del primer número de 1990, Culianu plantea su creciente preocupación por el futuro de las instituciones académicas occidentales, “especialmente en lo que respecta a las humanidades, pues existe la posibilidad de que ni siquiera existan tal y como las conocemos dentro de unas pocas generaciones”. (Culianu 1990: 1).

Su intención era renovar un campo algo anticuado, que no se abría a las innovaciones emergentes de otros campos científicos del conocimiento. Por esta razón, anhelaba la adopción de una perspectiva interdisciplinaria y sintió la necesidad de explorar la naturaleza de la mente humana, una vía desde la cual, muy probablemente, era capaz de ver una salida al callejón sin salida en el que se encontraban las humanidades.

Su objetivo no era otro que establecer un nuevo paradigma de conocimiento, como se expone en el ensayo Sistema e historia (Culianu 1990: 6–17), en el que adoptó una perspectiva atrevida derivada de la teoría de la relatividad y la cuarta dimensión para observar los materiales de la historia, cuyos objetos son reconocidos principalmente como un producto de la mente humana. Según Culianu, no debemos asumir la naturaleza intrínseca de la historia como diacrónica, ya que la mente humana produce datos diacrónicos de una dimensión adicional que es sincrónica. En nuestro caso, es la mente del historiador la que distribuye los objetos diacrónicamente de acuerdo con un proceso cognitivo temporal peculiar. La combinación de enfoques epistemológicos e históricos como los expuestos es una constante en la metodología del académico.

El tema de la edición de enero de 1991 titulada Incognita fue la magia, para la que Culianu recibió una cantidad inesperada de material. En ella destaca que un número bastante elevado de las publicaciones más recientes de su época abordan el tema de la magia desde tres perspectivas principales: antropología, historia e historia de la ciencia. Esta edición contiene además uno de sus últimos artículos sobre magia en el que realiza una fuerte crítica a la investigación e interpretación de la magia desde 1870, y sostiene que “la mayoría de las obras sobre magia de finales del siglo XX son redundantes y aumentan la entropía y no el conocimiento” (Culianu 1991: 3).

Entre las muchas escuelas que menciona, desde la de Tylor (EB Tylor, JG Frazer) y la de Durkheim (M. Mauss, H. Hubert, H. Webster) hasta la de B. Malinowski, observa un avance “en el intercambio de obviedades” por sus implicaciones trascendentales en la obra Introducción a la obra de Marcel Mauss de Claude Lévi-Strauss de 1950. Según Culianu, este ensayo resalta la debilidad de cualquier discurso antropológico sobre magia, ya que “demostró indirectamente que la separación de ‘religión‘, ‘ciencia‘ y ‘magia‘ es inadecuada siempre que estas tres no se encuentren estructuralmente definidas”. En otras palabras, no se puede probar que la magia “muestre un método (o forma de cálculo) de la realidad que sea completamente diferente al que emplean la ‘religión’ y la ‘ciencia'”, a menos que podamos establecer límites estructurales entre las tres (Culianu 1991: 3–4).

Mientras que para Levi-Strauss significa el abandono del viejo paradigma antropológico, para Culianu, paradójicamente restablece la sociología como la única disciplina capaz de definir la magia, y sugiere que, “si la magia, la religión y la ciencia no existen como modalidades separadas del conocimiento, todavía existen como construcciones sociales”. De esta forma, desde el punto de vista del erudito, cualquier investigación sobre magia basada en las ideas de Lévi-Strauss solo podría tener dos orientaciones: (1) una sociológica y (2) una cognitiva, sin olvidar que, aunque apliquemos esta última, la magia se define socialmente en primera instancia; o de lo contrario, aclara, el análisis cognitivo no tendría un objeto de estudio concreto (Culianu 1991: 5).

Por lo tanto, se centra en el creciente interés de su época en la historia social de la magia, a veces con una integración del concepto de “ciencia”. Sin embargo, esta directriz carece de un aspecto crucial, una pista que Culianu agrega al rompecabezas del conocimiento en los estudios de magia. Por ello presenta la expansión tecnológica actual como una representación práctica del pensamiento científico y de una imaginación colectiva arraigada en la magia.

3. LA TEORÍA DEL ARADO

Culianu examinó los límites de varias escuelas del pensamiento sobre magia hasta los estudios más recientes de sus contemporáneos, quienes relacionaron la magia con el aspecto social y el concepto de ciencia. En lo que respecta a la ciencia, el académico critica el hecho de que estos estudios se centren exclusivamente en el aspecto teórico, sin tener en cuenta el lado opuesto: lo práctico y, por lo tanto, el aspecto tecnológico. Tal y como escribe: “La comprensión de la posición particular de la magia en relación con la tecnología habría sido beneficiosa para el reconocimiento del carácter teórico de la ciencia, frente al carácter práctico de la tecnología” (Culianu 1991: 6).

Eros y Magia en el Renacimiento. P. CulianuEn Eros y magia en el Renacimiento encontramos el procedimiento que lo llevó a afirmar que lo que la magia comparte con la tecnología moderna es que ambas pretenden alcanzar los mismos objetivos a través de diferentes medios. ¿Cómo están vinculadas estas dos realidades opuestas, y cómo llegó a tal conclusión? En este libro trata de resolver lo que considera un “enigma de la historia”: las razones ideológicas que hicieron que el pensamiento humano virara en torno al desarrollo de la civilización científica y tecnológica moderna. Creía que las dos visiones del mundo, la del Renacimiento, basada en la magia, y la moderna, basada en la ciencia, representan dos sistemas diversos, inconmensurables entre sí. Al rechazar la idea de un avance del conocimiento lineal y acumulativo, afirmó que toda gran civilización del pasado es similar a un sistema cuya visión del mundo no es inferior a la de ninguna otra civilización, sino que todas son válidas, todas alejadas de la Verdad, pues no hay continuidad entre ellas.

En su intento por comprender qué causó el advenimiento de la ciencia moderna, adoptó la insólita perspectiva de examinar la expansión moderna de la tecnología, a nivel del imaginario más que a nivel de los descubrimientos científicos, bajo el supuesto de que un descubrimiento se hace posible solo por una extensión específica del conocimiento y las creencias relacionadas con sus posibilidades. A raíz de ello afirma que:

Los historiadores se han equivocado al concluir que la magia desapareció con el advenimiento de la “ciencia cuantitativa”. Esta última simplemente ha sustituido una parte de la magia mientras extiende sus anhelos y sus objetivos mediante la tecnología. La electricidad, el transporte rápido, la radio y la televisión, o el avión y la computadora simplemente han cumplido las promesas formuladas por primera vez por la magia, resultantes de los procesos sobrenaturales del mago: producir luz, moverse instantáneamente de un punto en el espacio a otro, comunicarse con regiones lejanas del espacio, volar por el aire y tener un recuerdo infalible a nuestra disposición. Se puede decir que la tecnología es una magia democrática que permite a todos disfrutar de las extraordinarias habilidades de las que se jactaba el mago (Culianu 1987: 104).

Esto nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la imaginación con respecto a la configuración de nuestra realidad concreta y externa. En Magia y Cognición, Culianu formula “la teoría del arado”. El arado es un instrumento impregnado cognitivamente por un aura llena de asociaciones y creencias más cercanas a la religión que a la ciencia, y esa es la “teoría”, la “ciencia” cuya aplicación es el arado. Podemos llamar a la teoría religión o ciencia, ya que son funcionalmente iguales, mientras que la aplicación tecnológica es el arado en sí. En otras palabras, de acuerdo con esta teoría, cognitivamente no puede haber separación de “ciencia”, “religión” y “magia” ya que estos son construcciones teóricas. Sin embargo, como explica Culianu, “puede haber una separación bastante clara de todos estos campos sociales de la ‘tecnología’, en la medida en que esta se traduzca en instrumentos destinados a ser utilizados directamente en la práctica” (Culianu 1991: 6). Con su tesis, Culianu incita a la reflexión sobre si es posible una definición cognitiva de la magia y sugiere además que existe un territorio vasto y significativo de la mente que no se traduce en tecnología. Y este, para el erudito rumano, es el lugar donde tiene que buscarse la magia.

4. CAUSAS DE CAMBIO EN EL IMAGINARIO

El desarrollo tecnológico y el advenimiento de la comunicación multimedia y de masas es un rasgo característico de nuestra época que nos distingue claramente del Renacimiento, en el que, sin embargo, podemos encontrar semillas que habrían germinado en los tiempos modernos. Francis A. Yates (1899–1981) destacó el hecho de que algunos pensadores del Renacimiento como Cornelio Agrippa1 enfocaron el número como una posible clave operativa. Este alquimista y filósofo alemán insistió en la necesidad de que el mago fuese un experto en matemáticas para poder realizar operaciones portentosas, únicamente a través de medios mecánicos. Después de aproximadamente cien años, como señala Yates, esta insinuación fue trabajada por el monje calabrés Tommaso Campanella (1568–1639) en Magia e grazia, en la que clasifica diferentes tipos de magia y menciona además una “magia artificial real” (Yates 1998: 167).

Tanto Culianu como Yates ven signos de pensamiento mágico en las raíces del mundo moderno, aunque divergen en la identificación de las causas que lo iniciaron. Según Dama Yates, en el Renacimiento encontramos los primeros signos de una voluntad que alcanza el nivel operativo y se separa de los valores dominantes al considerar la esfera metafísica y contemplativa como el único fin real de la existencia humana. Según Culianu, deberíamos observar la dimensión imaginaria y su cambio causado por las fuertes presiones ideológicas de la Reforma destinadas a erradicar el pensamiento mágico e imponer una fuerte censura sobre la imaginación. Giordano Bruno y su trágico final en la hoguera son, de hecho, un símbolo de este oscurecimiento del conocimiento sobre la gran vitalidad intelectual del Renacimiento.

5. MANIPULADOR INCONSCIENTE DE FANTASMAS

En su estudio, el erudito rumano identifica otras áreas en los tiempos modernos donde la magia es sorprendentemente activa, pero no la reconocemos ya que su acción (que es la idea de la magia en sí misma) no cruza el umbral de la consciencia. Los fenómenos mágicos, de acuerdo con el conocimiento del Renacimiento, están estrechamente relacionados con el eros (o amor), que está involucrado en el sentido más amplio en la relación entre individuos. Citando a Culianu, “la existencia al completo de un individuo se encuentra en la esfera de la magia natural”, por lo que el manipulador es el único que, habiendo entendido dicho mecanismo, puede aprovecharlo. La sociedad humana sería por tanto “magia en el ámbito laboral” y todos los seres en este lugar intersubjetivo “participan en un proceso mágico” (Culianu 1987: 103) porque, según el conocimiento del Renacimiento, “la magia es un proceso fantasmático que se sirve de la continuidad del pneuma individual y el pneuma universal” (Culianu 1987: 88).

Culianu señala que las relaciones intersubjetivas han sido cuidadosamente examinadas durante años por la psicosociología aplicada y las ciencias que se ocupan de la formación de los individuos. El precursor directo de esta disciplina moderna es, en la tesis del autor, el mago expuesto por Giordano Bruno en De los vinculos en general (De vinculis en general), un manual de magos que enseña a manipular a las personas de acuerdo con su naturaleza emocional, así como la manipulación psicológica de masas: “Hoy en día”, escribe Culianu “el mago se dedica a las relaciones públicas, propaganda, investigación de mercado, encuestas sociológicas, publicidad, información, contrainformación y desinformación, etc.” (Culianu 1987: 104).

Según el erudito rumano, un análisis detallado de la magia en su esencia y metodología nos ayudaría a comprender la forma en que funcionan ciertos mecanismos de control de masas y su psicología. Sin ir más lejos, podemos ver claramente la difusión de señales eróticas implícitas en la publicidad y la influencia de los diferentes modelos de estilo de vida proyectados por los medios de comunicación que tratarían de moldear una imaginación de acuerdo con una sociedad gobernable sobre la base de ciertos principios y valores que, como todos sabemos, hoy en día están impulsados ​​principalmente por intereses económicos que alimentan el consumismo y, por lo tanto, el poder capitalista.

magiaEste tipo de magia natural, conocida como pneumática y que Bruno deduce principalmente a partir de las ideas de Marsilio Ficino, es una ciencia de manipulación de fantasmas que produce la imaginación humana a través de impresiones duraderas provenientes de las emociones. Se llama magia. Todos somos parte de esta red humana interactiva en la que, a día de hoy, permite que la imaginación pueda ser manipulada al más alto nivel por los medios de comunicación y por un sistema educativo organizado. Esta es la forma en que damos forma a un mundo externo de bienes de consumo y placeres ilusorios que nos atraen, siendo el deseo la búsqueda de un fantasma. Lo imaginario se construye con modelos elaborados, y cuanto más inteligente sea el manipulador de fantasmas, más fuertes quedarán impresos en nuestra imaginación, despertando deseos e inclinaciones sociales. Sin embargo, esto ya no es magia renacentista, como señala Culianu en su ensayo Alcune riflessioni sulla magia e la sua fine, en el que expone que el paradigma mágico explicado por Marsilio Ficino expira a finales del siglo XVII: “su funeral es una realidad” (Culianu 1991a: 182).

La gran diferencia entre el hombre contemporáneo y el del Renacimiento radica en relación a sus procesos imaginarios. En Eros y magia en el Renacimiento Culianu destaca el gran dominio que los hombres del Renacimiento poseían sobre los procesos imaginarios, como lo demuestra, por ejemplo, el arte de la memoria, que es la capacidad de la mente de almacenar y controlar una gran cantidad de información. Hoy hemos pasado de este tipo de imaginación activa a una pasiva, debido, entre otras cosas, a las imágenes proyectadas por los medios y absorbidas pasivamente por nuestras mentes. La pérdida de control sobre los procesos imaginarios, por lo tanto, ha modificado la relación entre lo consciente y lo inconsciente, y la magia puede considerarse, según Culianu, un medio para restablecer una coexistencia pacífica entre los dos (Culianu 1987: 126).

6. PERSPECTIVAS DE FUTURO. CONCLUSIONES

Me gustaría recuperar algunas de las apreciaciones de Culianu publicadas en un breve artículo en Italia en 1991, cuyo título en sí ya es significativo: A cosa serve la religione (“¿Para qué sirve la religión?”) (Culianu 1991b: 13–14). En él se muestra un método de investigación que, en mi opinión, estimula una reflexión profunda y que comencemos a reflexionar sobre el uso que podemos hacer de la gran cantidad de información acumulada en torno al fenómeno de las religiones.

Culianu aclara su enfoque científico, llamándose a sí mismo un “historiador cognitivo”, cuyo interés radica en el funcionamiento de la mente humana. Para él, esta tarea no difiere de la de un biólogo que se esfuerza por completar el mapa del genoma humano, o la de un físico o matemático que busca los orígenes del cosmos y de la vida. Según Culianu, las religiones son como “programas mentales” que se expanden y transmiten a través de la educación. Es un tema muy delicado por el cual advierte que no todos los programas son igualmente aceptables debido a los grandes intereses en juego como el significado de la existencia humana y el destino de la humanidad o en sus propias palabras: “Como hombres, nos preguntamos sobre la calidad de un mensaje religioso; pero como científicos cuestionamos el programa”.

Entre los objetivos de su investigación se encuentra la eliminación de las barreras de la esfera “religiosa”. En las ciencias cognitivas no hay lugar para antiguos supuestos que separan el cuerpo del alma, porque en su nueva hipótesis, “todo es pensamiento”. En consecuencia, un hombre es un “conglomerado de información”, cuya función principal es pensar. Sin embargo, lamentablemente concluye que el mal uso que se hace de la mente a día de hoy, y cuyo principal incentivo es uno económico, “puede no ser suficiente para mantener a la humanidad alejada del caos” (Culianu 1991b: 13–14).

Sus últimos escritos ponen de manifiesto una especie de visión que, unos 25 años después de su muerte, aún estimulan una profunda reflexión tanto en las ciencias humanas como en el papel de las instituciones académicas occidentales. En ellos trata de situar el foco en la naturaleza de la mente humana, cuyo espacio, probablemente infinito, no tiene límites, excepto los que están determinados convencionalmente. A partir de sus hipótesis, y como se precisó anteriormente, la mente sería una especie de espacio manipulable, interdependiente de nuestra realidad y de todos los demás seres, y consecuentemente programable, principalmente por programas educativos. Una razón de peso por la cual su contenido debe ser examinado cuidadosamente por el bien de la humanidad y su entorno.

En conclusión, el estudio del potencial de la mente humana conduce a prácticas antiguas, que incluyen entrenamientos mentales junto con artes metafísicas que Culianu quería recuperar con la Enciclopedia de Magia para unir lo consciente con lo inconsciente. Estas antiguas prácticas eran familiares para los meditadores, ascetas y magos del Renacimiento, y deberíamos admitir la dificultad de abordar adecuadamente el tema de la magia sin considerar los procesos mentales que subyacen a tales prácticas. Por todo lo expuesto, no deberíamos sorprendernos demasiado de cómo Culianu, durante una conferencia sobre magia, propondría a sus estudiantes estadounidenses probar las cartas del tarot para experimentar por sí mismos cómo funciona su propia dimensión intuitiva, pese a que quedó patente que el mundo académico no estaba listo para aceptar tal conferencia, y probablemente aún no lo esté.

magiaActualmente, se considera que la mayoría de las disciplinas de las ciencias humanas, como la filosofía y el estudio de las religiones, son principalmente estudios teóricos. Los filósofos antiguos buscaban la sabiduría, y su propósito era formar personas sabias, especialmente aquellas que tenían la responsabilidad de gobernar una sociedad. La instrucción simple o incluso una más compleja no pueden ser suficientes para desarrollar la sabiduría requerida para una sociedad pacífica y, por ende, próspera. La sabiduría incluye entrenamiento mental práctico que debe reflejarse en cada acción e involucrar las mejores cualidades humanas que todos poseemos. Tomemos como ejemplo la explicación dada por André Migot al reflexionar sobre el gran debate sobre si el budismo es una religión o una filosofía. El médico y viajero francés reconoció que únicamente supone un dilema para un occidental, para el que la filosofía es simplemente una rama del conocimiento, como las matemáticas o la botánica. En occidente los filósofos son por lo general profesores que enseñan una determinada doctrina fuera del hogar al igual que sus notarios o sus dentistas, sin que esta última influencie su forma de vida. En oriente por otro lado, afirma Migot, el filósofo es un maestro espiritual con discípulos que quieren seguir su ejemplo y que vive una doctrina que no es mera curiosidad intelectual, sino que tiene valor debido a su realización. (Migot 1957: 138).

Creo que, de cierta manera, Culianu estaba tratando de recuperar un método en el que el conocimiento adquiere también un valor humano práctico, cambiando el paradigma actual del conocimiento por una perspectiva más amplia centrada en el estudio de la mente como un tema crucial para comprender lo que esta contiene. Un estudio que pueda llevarse a cabo sin fronteras convencionales impuestas por diferentes disciplinas, lo que parece contrastar con el “espacio mental” interno ilimitado, donde múltiples formas pueden ser imaginadas como demostraron las grandes civilizaciones surgidas a lo largo de nuestra historia, junto con un sistema propio y relativo de pensamientos.

Culianu también trataba de encontrar un uso efectivo y práctico de los materiales religiosos para mejorar la calidad de los programas mentales en nuestro caótico y, por muchos aspectos, peligroso tiempo histórico. Aunque falleció repentinamente en 1991, sus ideas son inspiradoras y ofrecen un extravagante resumen de la desconcertante modernidad.

REFERENCIAS

Anton, Ted. 1996. Eros, Magic, and the Murder of Professor Culianu, Northwestern University Press.

Bruno, Giordano. 1986. De magia. De vinculis in genere, trad. A. Biondi, Edizioni Biblioteca dell’Immagine: Pordenone.

Culianu, Ioan Petru. 1987. Eros and Magic in the Renaissance, The University of Chicago Press.

Culianu, Ioan Petru. 1990. “System and History, Incognita: International Journal for Cognitive Studies in the Humanities I, 1: 6–17.

Culianu, Ioan Petru. 1991. “Magic and Cognition”, Incognita: International Journal for Cognitive Studies in the Humanities II, 1: 2–8.

Culianu, Ioan Petru. 1991a. “Alcune riflessioni sulla magia e la sua fine”, en: Grazia Marchianò (ed.), La religione della Terra: vie sciamaniche, universi immaginali, iperspazi virtuali nell’esperienza sacrale della vita, Red Como, pp. 181–193.

Culianu, Ioan Petru. 1991b. “A che cosa serve la religione?” Leggere, 32, junio1991, pp. 13–14.

Culianu, Ioan Petru. 1992. The Tree of Gnosis, Harper: San Francisco.

Culianu, Ioan Petru. 2017. Iocari serio. Scienza e arte nel pensiero del Rinascimento, H.C. Cicortas (ed.), Lindau: Turin.

Migot, Andre. 1957. Le Bouddha, Le club francais du livre: Paris.

Yates, Francis. 1998. Giordano Bruno e la tradizione ermetica, Laterza: Rome.

NOTA FINAL

[1] C. Agrippa (Colonia 1486 – Grenoble 1535) enseñó en varias universidades de Europa, y en 1515 estableció en Pavía una academia dedicada al estudio de las ciencias ocultas.


Título original: “Magic as a science of imagination in the work of Ioan P. Culianu (1950–1991)”, aparecido en STUDIA HUMANISTYCZNE AGH,16/4 (2017).

Traducción de Miguel A. Viceira Reina.

(Las imágenes de la entrada pertenecen al arte de Sandra Izquierdo).

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Roberta Moretti

Roberta Moretti ha sido Senior Fellow en The Harvard Center for the Study of World Religions (CSWR). Recientemente ha publicado el libro "Il sacro, la conoscenza e la morte. Le molte latitudini di Ioan P. Culianu" (2019).

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