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De la nieve al trigo

“De la nieve al trigo”: Crónica de un proyecto.

El alcance de la proyectos que surgen en los centros de Enseñanza Media en nuestro país no suelen cruzar los umbrales del ámbito físico del edificio donde se idean o, teniendo cierta repercusión, resuenan brevemente y sin demasiado predicamento en las localidades donde se ubique el centro que tenga ganas y atrevimiento para tal desarrollo.

Indudablemente, no era esto lo que se tenía en mente en el IES “Montevives” (Las Gabias) cuando se empezó a diseñar la semana cultural del centro, tampoco el alcance que finalmente tuvo.

En nuestro centro, como en todos los centros públicos de este país, la tarea es ofrecer a nuestros discípulos lo mejor de lo que nuestras limitadas posibilidades ofrecen. Una educación plural, libre y crítica que cuando puede se sacude el “asignaturismo” crónico de nuestros planes de estudios y apuesta por el acercamiento a muestras culturales y científicas de nuestro entorno, un modo de romper con el aislamiento del mundo y un acercamiento a hechos reales de gentes muy preparadas de ámbitos muy diversos. Las intenciones suelen ser puras y de ellas parten los actos de los hombres, con resultados buenos o malos, más aún en un gremio tan denostado y estigmatizado en nuestro país como el de la enseñanza. Por ello, hay que medir muy bien.

En estas cavilaciones estábamos, diseñando, tanto el director del centro, Antonio Morales, y yo mismo, cuando a él se lo ocurrió que por que no centrar nuestra semana cultural en un tema principalmente, en concreto en la poesía. Acogí entusiasmado la idea y comenzamos a hablar del cómo, el quiénes y demás cuestiones que deben medirse.

La poesía, permítanme que haga un inciso, es seguramente una de las manifestaciones más elaboradas y complejas de una sociedad, alejada de los denominados circuitos culturales donde pululan multitud de personas que se autodenominan como artistas, y que, por supuesto, ocupa un lugar circunstancial y absolutamente académico en los planes de estudios, planes, por otro lado, que constriñen lo que deberían ser varias asignaturas diferenciadas, como un sola. Resulta poco grato galopar por las extensas estepas de la poesía castellana-porque la de Hispanoamérica la oímos resonar en las lontananzas de nuestras ajustadísimas y milimetradas clases- viendo de pasada a Garcilaso, San Juan o Bécquer, y a algunos, y algunas, ni eso. Y perdónenme la alegoría, me he puesto “poético”.

De la nieve al trigoPues hablando y hablando durante varios días, decidimos hacer dicha semana cultural con talleres de rap, encuentros con autores (ellas y ellos están aquí), lecturas, selección de textos y coloquios sobre ese género, el lírico, tan cercano y tan cotidiano (palabra ésta horriblemente prosaica y cotidiana) en la capital granadina, donde abunda la poesía y es un centro de emergencia nacional de poetas (ellas y ellos también aquí, ¡viva la analogía gramatical!).

El plan era, sin duda, ambicioso. Sin embargo, las expectativas eran aún mayores y nuestras cabezas no paraban de discurrir. Así que tuvimos otra ocurrencia: dado el enorme esfuerzo que supondría reunir a tanta gente y movilizar tantos medios, hacer algo más, sacar la actividad fuera del centro y darle proyección más allá de nuestras humildes fronteras.

No debe pensarse, sin embargo, que todo fue coser y cantar. Hubo, siempre los hay, quienes no vieron con buenos ojos el disparate de proyecto, y no les faltaba razón porque pensaban que eso de la poesía no servía nada más que para perder clase. Tampoco, es cierto, hicimos demasiado caso de dichos comentarios y recomiendo, sólo a quienes los hubieran hecho, que reinicien sus planes de estudios y revisen el objetivo final por el cual existe la docencia, que no es otro que el desarrollo del espíritu, de la humanitas porque para hacer gente útil ya están otro tipo de centros.
¿Por dónde iba…? ¡Ah, sí! Habíamos decidido sacar el proyecto fuera del centro e ideamos unos encuentros en los que participaran autores de todas las tendencias estéticas de la poesía granadina.

El cometido no era fácil porque suponía localizar a más de una treintena de poetas activos, abalados por una trayectoria consistente pero no consagrados desde el punto de vista de la crítica literaria, y que fuesen representativos de las tendencias o “escuelas” vivas en la Granada que es una de las ciudades seleccionadas por la Unesco como referentes urbanísticos mundiales de la poesía. Tal vez se entienda así la dimensión del proyecto.
Nos pusimos a trabajar; había que gestionar la participación pero también la infraestructura necesaria para acoger un evento inédito hasta entonces. Se trataba de que estas actuaciones partieran del proyecto levantado en nuestro centro bajo la denominación de Archivos del Imaginario (del que también son deudores tanto la publicación de los Cuadernos Montevives como esta revista digital). Así fue que entre el 10 y el 12 de abril de 2018, en diferentes espacios de la Biblioteca de Andalucía de Granada se realizaron los “Encuentros de Poesía “De la nieve al trigo”: el Imaginario poético de la Granada del siglo XXI”, bajo un espíritu abierto, conciliador y abarcador de una realidad, la creación poética en Granada, muy compleja, fructífera y bastante desconocida.

La nómina de participantes fue impresionante. En la mesa redonda de la primera jornada, bajo la denominación de “Panorama de la poesía granadina actual”, estuvieron Miguel Ángel Contreras, José Cabrera, Mónica Francés, Olalla Castro, Ramón Repiso, Juan Carlos Friebe, Antonio César Morón, Mercedes de los Santos Ortega, Ramón Martínez López y Luis Melgarejo.De la nieve al trigo

En la segunda jornada, el coloquio giró en torno al título “Poesía en Granada: infraestructuras, certámenes, premios y apoyos a la creación” y tuvo como protagonista a otro elenco impresionante: Nieves Chillón, Begoña Callejón, Fernando Soriano, Jesús Montiel, Daniel Rodríguez Moya, Gracia Morales, Alejandro Pedregosa, Ioana Gruia y Juan Peregrina.

La última sesión, la del día 12 de abril, “Antecedentes de la poesía actual. Visión de la trayectoria de los autores contemporáneos, abordó la trascendencia de las diferentes obre y tendencias y tuvo como participantes a: Juan Carlos Abril, Rubén Martín, Daniel Vázquez Barros, Virgilio Cara, Trinidad Gan, Azucena G. Blanco, Antonio Mochón, Reinaldo Jiménez y Erika Martínez.

La descomunal nómina demuestra la riqueza del panorama y la diversidad de propuestas, algo complejo y más que interesante que, no sólo nuestros alumnos, sino toda la comarca de Granada pudo disfrutar.

Lejos de lo que pueda parecer, la cosa no paró ahí, fue aún más lejos. En colaboración con la profesora de la Universidad de Granada, miembro de la Asociación de Críticos de Andalucía y gran conocedora de la poesía española contemporánea, se llegó al acuerdo de cubrir el vacío académico con respecto a este periodo de la poesía granadina con un estudio crítico y una antología que recogiera a todos los autores de las jornadas que tuviesen a bien participar y a aquellos que pudieran faltar para dar una visión objetiva de ella.

De la nieve al trigoFinalmente, fruto de todo este proceso enumerado en estas líneas, apareció en la prestigiosa editorial Calambur de Valencia el volumen antológico De la nieve al trigo: Antología de la poesía granadina (1960-1985), obra que recopila la creación de los últimos 25 años en Granada.

La importancia del volumen pronto se vio; no sólo reunía a un conjunto de poetas sobresalientes, sino que marcaba un hito en la historia de la poesía en Granada, y tal vez nacional, reformulando su espacio y estableciendo un canon abierto, en proceso de formación y constitución, poesía viva. Los medios de comunicación se hicieron eco y pronto aparecieron reseñas y entrevistas a quienes habían hecho el estudio y la selección. Granada, ciudad prestigiosa en el ámbito de las letras, volvía a sacar músculo y a reivindicar su lugar preeminente presentando para ello este volumen en una editorial de prestigio nacional que trascendía los exiguos límites locales y que imprimía prestigio y objetivaba su construcción.

Una vez puesta en marcha la maquinaria de difusión, era necesario realizar una o varias presentaciones que acercaran al público la obra. La primera de ellos se realizó con un éxito rotundo en el Centro Cultural y Artístico de Granada el 8 de noviembre; una segunda tuvo lugar en Motril, en el Museo Hernández Quero, ubicado en el palacio de los Ruiz de Castro, con gran afluencia de público.

Próximamente, cuando las circunstancias lo permitan y tal como se había acordado con los organizadores, la antología se presentará tanto en la Feria del Libro de Granada como en el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad, para asegurar de este modo un mejor conocimiento y una mayor proyección.

De la nieve al trigo es, además, un intento de superar las viejas y desgastas inercias de la dialéctica poética en esta ciudad, de abrir el espacio a nuevas formas de ver y entender el fenómeno de la creación, de acabar con los espacios clausurados y los jardines abiertos para pocos. El público de la poesía podrá conocer todo el abanico de propuestas dispares, su génesis y filiaciones; el lector no aficionado a la poesía puede hallar en este libro una llave que lo introduzca en este universo a través de su producción más cercana.

No me gustaría finalizar sin apuntar que esta obra posee la virtualidad de ser una referencia crítica inestimable para el conocimiento de una realidad, además de poder ser usado como manual para la lectura y enseñanza en las aulas. Esperemos que proyectos como este sigan apareciendo y restituyan un tanto a la enseñanza secundaria la capacidad de crear y transmitir cultura y no sólo reproducirla de forma automática.

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